El delegado de Zona Franca, López Peña, informó ayer a la alcaldesa de Cangas, Clara Millán, que el consorcio considera «prácticamente inviable» el proyecto del parque empresarial que iba a desarrollar en Cangas y Bueu. El principal motivo que expuso López Peña es el precio del terreno (9 euros el metro cuadrado). Considera que es una cifra inasumible. «A estes elevados prezos hai que sumar os custes da orografía do terreo», añade el consorcio en una nota de prensa. Peña explicó también a la alcaldesa que en esta consideración influye también la reclamación judicial presentada por una comisión de vecinos de Aldán que entiende que gran parte de los terrenos son propiedad comunal. Otro inconveniente, según explicó la alcaldesa, es que en el ámbito existen yacimientos arqueológicos que en su momento podrían conllevar un retraso o la paralización de las obras.

El delegado de Zona Franca, en todo caso, le presentó dos propuestas a la representante municipal. La primera consiste en que el Concello negocie una rebaja del precio de los terrenos con el propietario mayoritario, Promalar. Si la gestión tuviera éxito subsistirían, según reconoce la alcaldesa, los problemas de la orografía y la titularidad del monte.

La otra propuesta es que el Concello localice una superficie de al menos 500.000 metros para que el consorcio desarrolle un proyecto e parque industrial. Clara Millán admite que la posibilidad de que Zona Franca lleve adelante un proyecto de parque empresarial en Cangas es remoto.

El convenio firmado en su día (en marzo del 2002) entre el consorcio, los concellos de Cangas y Bueu y el Instituto Galego da Vivenda ya no pude considerarse operativo. Zona Franca anuló la compra de terrenos que había realizado (más de medio millón de metros) y en la actualidad no tiene propiedad alguna en la zona. Solamente existe un anteproyecto del parque industrial que costó, al parecer, medio millón de euros.

Con la Xunta

La alcaldesa se inclina por otras alternativas. Su intención es plantearle a la Consellería de Vivenda un convenio para que sea la Xunta la que asuma la construcción de un parque industrial. Sería necesario localizar un terreno adecuado, Clara Millán pedirá al equipo redactor del Plan Xeral este trabajo. El portavoz del grupo municipal del PSOE, Héctor Otero, considera que sería una buena opción. Otero se había entrevistado con López Peña en plena campaña electoral para conocer la situación del proyecto de Zona Franca. Sabía ya que la situación era «complicada».

El concejal de Urbanismo y portavoz de ACE, Mariano Abalo, considera que la reunión de ayer «destapa como se estaba facendo urbanismo en Cangas», de forma «interesada e irresponsable». Es partidario de informar a la Fiscalía de todo lo concerniente al polígono industrial. Entiende que la única alternativa es definir el futuro suelo industrial en el PXOM.

El presidente de Fecimo asegura que falta voluntad política y pide a López Peña que reflexione

El presidente de la Federación de Comerciantes e Industriais do Morrazo, Xosé Bangueses, se muestra particularmente crítico con Zona Franca. Considera que la la paralización del proyecto del parque industrial que promovía el consorcio se debe a que falta voluntad política e invita a López Peña a reflexionar.

En lo que se refiere al precio del terreno, de 9 euros el metro cuadrado, Bangueses estima que son precios de mercado. «Hoxe en día non son excesivos nesa zona», afirma. Sobre la reclamación de los vecinos de Aldán, el presidente de Fecimo está convencido de que es posible negociar un acuerdo. En lo que respecta a las dificultades que representa para el proyecto la orografía del terreno, Bangueses entiende que dados los medios técnicos que existen hoy en día, suena a excusa.

El representante de los comerciantes de la comarca recuerda a Zona Franca que el Área Metropolitana de Vigo tiene un déficit de suelo industrial que ronda los 3 millones de metros cuadrados y que hay «centos de empresas» buscando un lugar para instalarse. El terreno de Cangas, añade, está bien ubicado y bien comunicado, por lo que, asegura, «merece a pena» desarrollarlo.

Una actuación de 36 millones de euros paralizada por irregularidades

El proyecto del parque industrial de Cangas-Bueu arrancó en marzo del 2002 con la firma de un convenio entre Zona Franca, la Xunta y los dos concellos en el que se justifica la participación del consorcio por la crisis pesquera sufrida por Galicia y por O Morrazo en particular.

La aportación de la Xunta consistió en convencer a Zonza Franca para que realizase la inversión y en tramitar un proyecto sectorial que permitía desarrollar el polígono a pesar de que no estaba aprobado el PXOM.

Zona Franca asumió la redacción del proyecto (licitado en millón y medio de euros) y la adquisición de los terrenos (inicialmente 1,1 millones de metros, posteriormente, 1,4 millones y finalmente, casi dos millones de metros cuadrados).

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La Xunta aprobó hace tres años y medio (en enero de 2004) el proyecto sectorial. El consorcio aprobó la compra de casi ochocientos mil metros de terreno y los derechos de una cantera. El precio salía a 13,72 euros el metro.

Todo marchó sobre ruedas hasta que Zona Franca cambio de delegado. El entrante, López Peña, paralizó el proyecto tras detectar lo que calificó de intento de fraude por parte del anterior delegado Pablo Egerique, por un valor de 25 millones de euros en relación con la adquisición de terrenos para los parques de Salceda y Cangas.

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