El Ayuntamiento busca un plan alternativo para evitar los atascos en A Grela tras la apertura de Ikea, pese a que el alcalde, Javier Losada, aseguró que la creación de 400 puestos de trabajo es más importante que las "incomodidades puntuales" que generará la inauguración de la multinacional sueca. Las concejalías de Urbanismo, Infraestructuras, Movilidad y Tráfico ya se han reunido en varias ocasiones para decidir cómo mejorar la circulación mientras la tercera ronda no se abre a los vehículos. Entre las opciones que se han puesto sobre la mesa, ampliar los carriles de la rotonda de Eduardo Diz López, una de las principales entradas al polígono; e instalar paneles informativos en la autopista A-6, para los conductores procedentes de fuera de A Coruña. El Concello también insta a la Xunta a empezar la glorieta a tres niveles, que servirá de acceso a la futura circunvalación.
"Si fuera por mí, la tercera ronda ya estaría terminada", afirmó Losada. La reacción del alcalde no ha sentado nada bien en el PP y en la Xunta, pues está pendiente de que el Ayuntamiento ponga a su disposición el 25% de los terrenos entre A Grela y As Rañas, justo el tramo que arranca junto a Ikea y del centro comercial Marineda Plaza, tal y como adelantó la semana pasada este periódico.
El Gobierno gallego asume que este retraso en la adquisición de los terrenos impedirá que la tercera ronda esté lista para la inauguración de Ikea, prevista para el próximo 26 de julio. Con este panorama, el Concello no ha tenido más remedio que analizar una alternativa provisional para el embudo de circulación que se producirá en A Grela.
La última reunión de la comisión municipal encargada de analizar el estado del tráfico en el polígono industrial fue el pasado viernes, pero no fue la definitiva. Fuentes municipales aseguraron que una de las medidas más lógicas será ampliar la capacidad de la glorieta ubicada junto al parque de bomberos. Según el Concello, la construcción de nuevos carriles no es una operación complicada. Sin la tercera ronda, los vehículos que salgan de Ikea tendrán que, de manera obligatoria, dirigirse hacia A Coruña, hacia la glorieta de Eduardo Diz.
Una de las principales preocupaciones es que la apertura de la multinacional sueca del mueble produzca el efecto llamada, pues un gran número de clientes que se acercarán hasta A Grela procederá del área metropolitana y de otros puntos de Galicia -las tiendas de Ikea más próximas están en Oviedo y en Matosinhos, en Oporto, Portugal-. Por este motivo, para facilitar su entrada en A Coruña, el Concello estudia la colocación de paneles informativos en la A-6 para que los conductores conozcan en todo momento la situación del tráfico y cuál de los accesos que existen en la actualidad es el mejor para llegar hasta Ikea.
Las obras de la tercera ronda van con retraso, tanto que sólo está terminado el primer tramo, entre la rotonda del pavo real -en el cruce de la ronda de Outeiro con la calle Manuel Murguía- y San Pedro de Visma. La segunda fase cruza Penamoa y llega hasta la avenida de Arteixo, a la altura de Ikea, donde está pendiente la construcción de una rotonda a tres niveles que comunique la tercera ronda con las futuras áreas comerciales y con el polígono industrial. La financiación de este nudo debe correr a cargo de los promotores de Marineda Plaza -José Collazo, Manuel Jove y José Souto-, un centro cuya apertura se ha pospuesto hasta 2011.
En marcha, un enlace a la AG-55
La comisión de seguimiento creada por el Concello acordó ponerse en contacto con la Xunta para que empiece la construcción de dos de los tres niveles de la glorieta, los que se ejecutarán en superficie, y dejar para más adelante el tercer nivel, que va por debajo de la avenida de Arteixo y que servirá de acceso a la tercera ronda. El Ayuntamiento asegura que el Gobierno gallego tiene tiempo más que suficiente para realizar estos dos primeros niveles de la glorieta antes de la inauguración de Ikea.
El delegado de la Xunta, Diego Calvo, aseguró ayer que la semana pasada se puso en marcha un "plan intensivo" para tener listo para la apertura de Ikea un acceso directo desde la AG-55. Destacó que de esta forma se podrá "minimizar el impacto" que la apertura de la tienda supondrá sobre el tráfico.
Lealtad institucional
Las administraciones local y autonómica tienen en la tercera ronda una de sus armas políticas preferidas. Ambos gobiernos no se ponen de acuerdo y se reprochan mutuamente que su falta de colaboración impide acabar la carretera. Después de que la Xunta denunciase la semana pasada que todavía está a la espera de que el Concello le ceda el 25% de los terrenos del tramo entre A Grela y As Rañas y de que conteste al borrador que le presentó para el enlace con Lonzas, el departamento municipal de Urbanismo le respondió ayer que ya haya puesto todos los terrenos a disposición de la Consellería de Infraestruturas, al tiempo que le instó a trabajar en el proyecto "sin poner excusas".
La concejal de Urbanismo, Obdulia Taboadela, pidió lealtad institucional a la Xunta a través de un comunicado, donde, sin embargo, también aprovechó para poner en duda el compromiso del Gobierno gallego con A Coruña: "En la Xunta parece que algunos se levantan por las mañanas pensando en una disculpa que poner para evitar ejecutar o frenar los proyectos que son de interés para la ciudad", argumentaron desde Urbanismo.
La edil socialista incluso tuvo tiempo para proponer que el portavoz de la Xunta en la provincia de A Coruña, Diego Calvo, deje de ser "superdelegado" para rebautizarse como "superproblemas", porque sólo busca la crispación en vez de aportar soluciones.
Diego Calvo insistió ayer en las tesis marcadas la semana pasada desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, que solicitó al Ayuntamiento que ponga a su disposición todos los terrenos: "Para eso (para acabar la tercera ronda) debemos contar con todos los terrenos". El delegado reprochó al alcalde las declaraciones en las que aseguró que prima la generación de 400 puestos de trabajo en Ikea a las "incomodidades puntuales" que pueda generar la apertura de la tienda. "Hay gente que considera que el atasco no es importante, yo creo que sí. Debe atenderse y puede ser un problema para quienes trabajan en el polígono y para las empresas", respondió Calvo.
