Son muchas las palabras que se repiten a la hora de definir a Manuel Rodríguez de la Fuente (Ourense, 1963) en el momento de su despedida. Al verbalizar la conmoción, pero sobre todo el recuerdo, fluyen adjetivos como emprendedor, disciplinado, riguroso y serio. Y es que la imagen empresarial que proyectaba el gerente de Cuevas y presidente del polígono de San Cibrao responde, fundamentalmente, a la del hombre correcto.Así era también cuando se asomaba a la ventana mediática: prudente en el fondo y detallista en las formas. Absolutamente exquisito en el trato intentaba serlo también con las palabras. Y aunque las medía -«No me gustaría que nadie me malinterpretara», decía en el transcurso de la última entrevista concedida a La Voz, hace apenas dos meses- sabía convertirlas en reivindicación: «En Ourense hay que luchar contra la atonía social y el inconformismo».

Director general de Cuevas, presidente de los empresarios de San Cibrao y de la Sociedad de Garantía Recíproca de Pontevedra y Ourense (Sogarpo) y vicepresidente del Consello Social de la Universidad de Vigo y de la Federación Galega de Parques Empresariais. Ese es un resumen de su currículo. Pero en los últimos tiempos, también, y a su pesar, se le veía como alcaldable. Su nombre sonaba como posible candidato a la alcaldía de Ourense por el Partido Popular, aunque él insistía en negarlo y en reivindicarse como profesional: «Mi ámbito es el empresarial. Es ahí donde me siento capaz».