José Blanco avanza que la implantación de nuevas tecnologías podría rebajar la duración prevista de los viajes
A mediados de abril, la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) expresaba su preocupación porque el presidente de Adif había anunciado en Ourense que la duración de los viajes en AVE entre Galicia y Madrid iba a superar ampliamente las tres horas y acercarse incluso hasta la cuatro. El ministro de Fomento, José Blanco, decidió entonces tomar las riendas y se ofreció a la patronal gallega para mantener una reunión con los empresarios y dar todos los detalles sobre el proyecto del AVE y aclarar su dudas. A la cita, celebrada ayer en Santiago, acudieron unos cincuenta empresarios y allí, el ministro no solo les ratificó que la conexión desde Vigo y A Coruña con Madrid estará sobre las tres horas sino que avanzó una reducción de estos tiempos previstos con la introducción de nuevas tecnologías en los sistemas de comunicación y seguridad de los tres de alta velocidad. Los empresarios salieron convencidos de la reunión, tanto con el calendario de plazos como con la duración de los viajes. Nadie le puso objeciones a sus palabras y cerraron el encuentro con el ministro, de casi 90 minutos, con un buen aplauso.
Blanco se presentó acompañado por el presidente de Adif y el director general de infraestructuras ferroviarias, mientras que en representación del tejido productivo gallego figuraba la directiva de la CEG, representantes de diversas empresas de construcción como Corsan, Arias, Dragados o Tuconsa, de parques empresariales, del sector inmobiliario, de federaciones de transporte o de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime). Las preguntas giraron en torno a los tiempos de viaje, el calendario de ejecución y el futuro del transporte d mercancías.
"No tenemos por qué tener preocupación. Los tiempos que nos dio el ministro, en el entorno de las tres horas desde las ciudades más alejadas de Galicia con Madrid, se mantienen y no tenemos motivos para desconfiar. Confiamos en la palabra del ministro. Estamos muy agradecidos con sus explicaciones y esperemos que dentro de poco vayamos viendo como se realizan todos estos avances del AVE a Galicia", declaró el presidente de la CEG, Antonio Fontenla, al término de la reunión.
Blanco no solo ratificó esos tiempos, sino que anunció que con la implantación de nuevas tecnologías en España "incluso se pueden ir acortando". "Pero no queremos generar más expectativas a futuro", dijo el ministro. Esta nueva tecnología, según explicó el presidente de Adif, Antonio González Marín, afecta a los dispositivos de control y seguridad de los trenes, que en el futuro suministrarán información continua sobre el paso de los convoyes –y no como ahora, que se produce de forma intermitente– y eso permitirá que circulen a más velocidad y con menos precaución, al tener comunicación directa en todo momento con el tren.
Según las explicaciones que dieron a los empresarios, la previsión con la que trabaja Fomento es que cuando entre en funcionamiento el AVE, a finales de 2015, el recorrido entre Madrid y A Coruña dure tres horas y diez minutos. Con respecto a Vigo, el trayecto sería de 2 horas y 45 minutos, pero utilizando el corredor que pasa por Cerdedo. Y con los nuevos sistemas de control, cuya implantación en toda España se está estudiando para su próxima aprobación, estos tiempos se podrían rebajar.
"Tenemos que reconocer y aplaudir la sensibilidad de este ministro con el proyecto de alta velocidad a Galicia. Nos explicó que su compromiso era absoluto con el AVE gallego y en particular con la conexión entre Ourense y Vigo. Nos dijo que si él era ministro se licitaría sin ninguna duda. Tengo que recordar que esa actuación está incluida en el Pacto del Obradoiro firmado por el ministro y el presidente de la Xunta, por lo que estoy seguro de que se hará, esté quien esté al frente de Fomento", dijo el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, José Manuel Alvariño, quien en todo caso espera ver todos los compromisos traslados al Boletín Oficial del Estado.
Vigo-Oporto
El ministro también fue interpelado por el futuro de la conexión ferroviaria con Oporto, una vez que el Gobierno portugués se tiene que replantear toda su política de inversiones para someterse al plan de rescate de la UE. Blanco les contó que todo depende de la decisión que tome Portugal y que mientras no se aclare, no tiene sentido iniciar las obras en la parte gallega, pero que cuanto Portugal decida seguir adelante con el proyecto, el Ejecutivo español también lo pondrá en marcha.
Preguntado por la posibilidad de que empresas gallegas participen en las obras del AVE, el ministro respondió que su departamento no mira la procedencia de las firmas y que hay un jurado que determina las adjudicaciones tras evaluar las ofertas técnicas y económicas, pero que en todo caso hay numerosas empresas gallegas que están participando en la construcción de tramos del AVE en toda España.
En cuanto al número de frecuencias en los trenes de alta velocidad entre Galicia y Madrid, el ministro precisó que se determinarán en función de un estudio de mercado previo. En cualquier caso, expresó su "deseo" de que haya "muchísimas", lo que evidenciaría "que Galicia está pujante". "Lo que no es productivo es un aeropuerto sin aviones, un puerto sin mercancías o un tren sin pasajeros y las frecuencias vendrán determinadas por el número de pasajeros", explicó, aludiendo a la liberalización del sector y a las propias normativas comunitarias que dictan que la alta velocidad "no puede ser declarada servicio público".
Por ello, el ministro lucense abogó por "buscar en la competencia la viabilidad de las infraestructuras". "Yo espero que haya muchas frecuencias y vamos a trabajar para que las haya porque significará que hay mucha actividad", destacó.
