La patronal gallega considera excesivo que una comunidad como Galicia cuente con nueve cámaras de comercio y propone que sólo haya una institución cameral por provincia, lo que conllevaría la desaparición de cinco de las nueve instituciones. La organización empresarial liderada por Antonio Fontenla se ha sumado al debate abierto sobre la funcionalidad de estas instituciones y ha vuelto ha defender la postura que siempre ha mantenido: la de criticar las obligaciones hacia las cámaras y apostar por un modelo de libre asociación. La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) entiende que «la representación del sector empresarial recae de manera exclusiva en las organizaciones empresariales creadas libre y voluntariamente por los propios empresarios», sostiene Antonio Fontenla. La patronal insisten que la defensa de las empresas, de esta forma, corresponde de manera exclusiva a organizaciones elegidas democráticamente. Coordinación

El líder de los empresarios gallegos argumenta que, teniendo claro estos principios, desde la CEG se ha apostado por la colaboración entre ambas instituciones con el objetivo de dar respuesta a las demandas de las firmas y ofrecerles un mayor número de servicios.

Los empresarios no sólo cuestionan la obligación de pagar a las cámaras sino que consideran claramente insuficiente su representación en los plenos de estas instituciones, que sólo alcanza el 15%. En este sentido, la patronal considera que la base que aportan no está reflejada en tan exiguo porcentaje. Antonio Fontenla también se ha mostrado crítico con el nuevo marco legal porque incrementa todavía más la burocracia cameral. «A las nueve cámaras -sostiene- se suma ahora el consello galego, es decir, un organismo más». «Resulta del todo inexplicable que la CEG no esté presente en esta nueva institución cuya funcionalidad es coordinar la actividad de todas las instituciones camerales», denuncia Fontenla.

Ésta no es la primera vez que algún portavoz de una organización de empresarios cuestiona el modelo de este tipo corporaciones de derecho público, que son de afiliación y de cuota obligatoria. José María Cuevas, presidente de la patronal española, consideró hace poco que sería «natural» la apertura de un proceso de liberalización de las cámaras de comercio, al igual que ha ocurrido con otras entidades, como las cámaras agrarias o las de propiedad urbana.

Cuevas ha defendido que su apuesta por la libre asociación no debe interpretarse como una crítica porque «lo excepcional es la adscripción obligatoria». El máximo representante de los empresarios españoles advierte que este es un cambio que tendrá que llevarse a cabo si se quiere apostar por la senda de la modernidad. «Todo lo que no sea coger ese camino no es avanzar», ha asegurado. Al igual que la CEG, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) apuesta por un modelo de trabajo coordinado entre las instituciones camerales y las patronales, de forma que se pueda ofrecer al empresariado un mejor servicio. Quienes más críticos se han mostrado hasta ahora con el modelo de afiliación obligatorio han sido los trabajadores autónomos. Eduardo Abad, presidente de UPTA Galicia, denuncia que les obligan a pagar para no obtener apenas contraprestaciones.

Los empresarios ofrecen servicios que las entidades camerales no dan al emprendedor

La Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) ofrece servicios a los emprendedores que no les dan las cámaras de la comunidad. Y es que la CEG ha obtenido una autorización del Ministerio de Industria para el establecimiento en su sede de un Punto de Asesoramiento e Inicio de Tramitación (PAIT) en la creación de empresas, de forma que en 48 horas y totalmente gratis se tramita la constitución de una nueva sociedad.

Según ha informado la CEC, con este nuevo punto se proporcionan varios servicios a los emprendedores. No sólo pueden tramitar la constitución de la sociedad sino que obtienen información sobre cuestiones relacionadas con la fiscalidad, la Seguridad Social y el marco vigente de ayudas públicas.

Con la puesta en funcionamiento del PAIT, la CEC se convierte en la primera entidad empresarial de ámbito generalista que dispone de uno de los servicios más demandados por los emprendedores. Según la CEC, mediante el uso de este servicio, los jóvenes reducen considerablemente los costes de constitución que origina la creación de la empresa. En un plazo máximo de 48 horas, los emprendedores tienen garantizada la tramitación necesaria para crear su nueva sociedad. Este nuevo servicio es fruto de un convenio entre los empresarios de A Coruña y el Ministerio de Industria. Las delegaciones del Igape ofrecen también la posibilidad de crear empresas de forma rápida.

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