Las fuerzas del orden no quieren que las imágenes del 2006, cuando cientos de personas acudían al polígono industrial pontevedrés de O Campiño para presenciar o participar en carreras ilegales, se vuelvan a repetir. Por ello, al coincidir este fin de semana la celebración de una prueba automovilística en Pontevedra, Guardia Civil y Policía Nacional prevén reforzar la vigilancia del parque empresarial y de su contornos.
En este sentido, una portavoz de la Comisaría de Pontevedra reseñó que, si bien esta área en cuestión es competencia del instituto armado, la intención es incrementar las patrullas en este espacio, o incluso reforzar el servicio con algún coche más. En cuanto a la Guardia Civil, Tráfico tiene intención de adoptar «las medidas precisas en función de las necesidades», lo que a la postre conllevará un incremento de los medios destinados a vigilar el polígono si la situación así lo requiriese.
Al igual que realizará la Policía Nacional, el subsector de Tráfico de la Guardia Civil prevé aumentar su presencia periódica mediante patrullas en las madrugadas del fin de semana por el parque empresarial. En ambos cuerpos no existe el temor de que se produzcan carreras ilegales, pero consideran que más vale prevenir que lamentar. Es por ello que optan por medidas disuasorias, ya que entienden que la mera presencia de coches oficiales es suficiente para que los amigos de hacer trompos o maniobras arriesgadas al volante se lo piensen dos veces y desistan de sus intenciones. Así ha ocurrido estos días previos a la prueba automovilística. Decenas de personas han acudido al entorno del parque para observar los entrenamientos de los participantes y los preparativos de la competición.
Una denuncia
Sin embargo, no todos se comportaron de manera civilizada. De hecho, al parecer, algunos de los asistentes utilizaron este entorno para realizar botellones, mientras que otros no dudaron en ponerse al volante de sus vehículos para quemar rueda o hacer trompos. En la mayor parte de las ocasiones, la aparición de las fuerzas de seguridad contribuyó a que la multitud se disolviera de una manera, más o menos, pacífica.
En todo caso, un conductor fue denunciado por el instituto armado por una supuesta infracción a la circulación, mientras que los agentes de la Policía Nacional tomaron nota de algunas matrículas para hacer comprobaciones rutinarias que, en principio, no han tenido mayor trascendencia.
Por su parte, el presidente de los empresarios de O Campiño, José Luis Valiñas, aseguró que desde agosto del 2006 y hasta la fecha no ha tenido constancia de que se hayan vuelto a celebrar carreras ilegales. De hecho, ninguno de los asociados de este colectivo ha interpuesto denuncia o queja alguna al respecto. Todo parece indicar que las competiciones clandestinas han sido erradicadas de O Campiño, un hecho que no implica que, puntualmente, el entorno del polígono sea lugar de reunión de grupos de jóvenes, entre los que se encuentran algunos que quieren demostrar su pericia al volante.
