En ambos casos coincide que se trata de empresa de distribución, una de bebidas y la otra de mercancías.
A la sede de la primera, situada en la vía Edison, los ladrones entraron forzando la puerta. Revolvieron todo y se llevaron, básicamente, monedas por importe de no más de doscientos euros. Objetos como una PDA, o un ordenador portátil nuevo -que llegaron a sacar de su funda, pero que finalmente dejaron allí- no parecieron despertar el interés de los cacos.
En la empresa de distribución de stocks, en la vía Pasteur, los daños son mayores, ya que los asaltantes accedieron practicando un agujero en la cubierta de uralita. Según explicó el presidente de los empresarios del Tambre, Jesús Chenel, el botín tampoco es cuantioso, aunque sí lo son los daños ocasionados.
El servicio de seguridad privada del recinto empresarial interceptó el martes pasado a unos individuos de nacionalidad rumana que pretendían entrar en alguna nave y los pusieron a disposición de la policía. Sin embargo, los de la madrugada de ayer no fueron detectados.
Aunque Chenel indica que la policía patrulla habitualmente el polígono, reconoce que son muchas las calles y muchas las naves, lo que facilita la labor de los cacos. Algunos de los afectados insisten en demandar más seguridad y se preguntan incluso dónde están los refuerzos policiales del año santo.
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