El motor industrial del sur también tiene conciencia ecológica. Porriño intenta reconvertir su fachada empresarial y su polígono de As Gándaras trabaja, incluso, en su transformación en un parque sostenible. La medida sería pionera en el municipio y está vinculada a su cercanía al humedal, considerado Lugar de Interés Comunitario y dentro de la área protegida Red Natura 2000. Sabedores de lo necesario que es mimar el vecindario, los empresarios de la zona recogen en su plan estratégico 2010-2015 la intención de mejorar su relación con el medio ambiente.
Entre las medidas que arroja su propuesta incluyen desde pasos sencillos, como dotar a la zona de contenedores de recogida selectiva, a otros más complicados como la gestión conjunta de los residuos peligrosos. En el primero de los casos la medida se ha abordado en una reunión con el nuevo gobierno local.
También se trató la posibilidad de cuidar las zonas verdes comunes y trabajar en su mejora, ya que en la actualidad están muy deterioradas. Este objetivo no solo repercutiría en los cerca de 3.600 trabajadores, también en los peregrinos que realicen por aquí la ruta Xacobea.
Otra de las asignaturas pendientes para adaptarse a los requisitos para conseguir la consideración de sostenible es la gestión de los vertidos al mar, paso que se convertirá en realidad con la puesta en funcionamiento de la estación depuradora de Guillarei, en el vecino municipio de Tui. Para coordinar estas y otras tareas la propuesta del plan de integración en el PIE (Polígono Industrial Ecológico) es crear una entidad gestora que regule y vigile el cumplimiento de las directrices.
Energía sostenible
Aunque la antigüedad del parque y su estado dificultan la consecución del objetivo, el proyecto no escatima. La utilización de energías renovables está incluida, con la posibilidad de crear un parque eólico singular o paneles fotovoltaicos para otorgar energía a los lugares comunes.
Hacer una revisión de la legislación medioambiental para su aplicación es otro de los objetivos generales para los que se busca el consenso de las más de 50 firmas asentadas en la zona. Claro que el primer paso es concienciarlos de la importancia del lugar en el que se encuentran. «En general se detecta que el espacio natural se ve como una amenaza en lugar de como una oportunidad o ventaja», aseguran en el informe. Por eso proponen que uno de los primeros pasos sea cambiar esta visión a través de campañas de información a los empresarios. Para demostrar su implicación, la asociación aspira a entrar en la entidad gestora del LIC.
